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Sexo y menstruación, ¿aliados o enemigos?

Sexo y menstruación, ¿aliados o enemigos?

Aliados siempre que se desee, por supuesto. Estar con la regla no significa que tenga que renunciar al placer o a expresarse de manera sexuada. Quizá sea muy diferente a como lo haría si estuviera ovulando pero, ¿quién dijo que la sexualidad está permitida solo en algunos momentos del ciclo?

Escucharse es fundamental para saber en qué momento desea expresarse sexualmente y de qué manera, con qué intensidad y dedicación decide hacerlo o si lo hará sola o en compañía.

El ciclo menstrual

El nivel hormonal a la hora de actuar sexualmente es muy importante, pero no es determinante. Las creencias y factores culturales tienen un gran peso en su erótica y su conducta sexual.
La menstruación es la gran desconocida, no se habla de ella y cuando se hace, se utilizan términos negativos como “estoy mala”, como si de una enfermedad se tratara. Algunas no se bañan en el mar cuando la tienen o no se lavan el cabello. Otras “no pueden hacer mahonesa porque se corta”, o sienten dolores, baja energía y debilidad, y no pueden seguir su ritmo habitual, o quizá prefieren no relacionarse en “esos días”. Si a esto le une los comentarios de su entorno aludiendo a sus cambios como, “te va a venir la regla, ¿verdad?”, “estas insoportable e irritable” o, “te has manchado de sangre, ¡qué asco!”, la regla se convierte en un infierno y acabamos odiándola repitiendo, ¡por qué a mí!, una y otra vez.
Con este panorama, a ver quién tiene humor para fiestas, sintiéndonos sucias, poco agradables y deseadas. Mientras vivamos nuestra naturaleza cíclica como un tabú, negativa y horrible, oscura, sucia, temida o impura y responsable de convertirnos en mujeres malhumoradas, no vamos a sacar nada bueno de ella y nos encontraremos en una incansable lucha contra nosotras mismas.
¡Se acabó! Reconcíliese con su menstruación. La regla no es mala, no es sucia, no nos transforma en seres horribles y sí, nos puede hacer sentir muy sexys, deseadas y deseantes, ¿por qué no?
Nuestro ciclo menstrual se divide en cuatro fases que se repiten cada 28 días, aproximadamente: Preovulación, ovulación, premenstrual y menstrual o de sangrado.
Habitualmente, la fase asociada al mayor deseo sexual es la de ovulación, por una cuestión hormonal. Es la fase de mayor probabilidad de embarazo y nuestro cerebro lo sabe. Por ello, aunque no queramos procrearnos, se despliega todo un protocolo para conseguirlo.
Sin embargo, en el resto de las fases, también podemos ser sexualmente activas, aunque la energía vital no nos acompañe igual, en algunos casos, o no nos sintamos de la misma manera. Pero, cuando deje de otorgarle ese poder determinista a las hormonas, se quite las telarañas sociales, entienda sus ciclos y respete sus fases, su deseo florecerá en todas ellas.

Pero, ¿hay ganas durante la regla?

¡Por supuesto! Muchas mujeres expresan que, a partir del segundo día de sangrado, se activa su deseo sexual, incluso con mayor intensidad que en fases anteriores, salvo en reglas especialmente abundantes y dolorosas. Nos sentimos calientes físicamente, la temperatura corporal y vaginal aumenta y, en ocasiones, la menor probabilidad de embarazo nos activa más aún, si no es embarazarnos lo que deseamos. Quizá sí sea cierto que no tenemos la misma energía pero, si es así, la sexualidad no tiene que expresarse de manera pasional ni enérgica en todo momento. El ‘Slowsex’ podría ser la clave en esta fase del ciclo si existe deseo pero se prefiere un sexo tranquilo y saboreado. Seduzca a su pareja para que se apodere del rol dominante y pueda disfrutar sin grandes esfuerzos, desatando su pasión de manera menos activa, si es lo que desea.

Coito y menstruación: dudas y consejos

Es evidente que a lo largo del ciclo la probabilidad de embarazo varía y, en la fase menstrual o de sangrado, disminuye habitualmente. Sin embargo, existe posibilidad de producirse ovulaciones espontáneas, facilitadas por las contracciones uterinas orgásmicas, según comenta la Dra. Isabel Santillán del Centro Médico Palencia, ginecóloga especializada en fertilidad. Por tanto, el uso de métodos anticonceptivos es igualmente necesario en esta fase.
  • Igualmente, los métodos de barrera serán bienvenidos pues, al participar la sangre en el juego sexual, si hubiera algún tipo de infección transmisible por esa vía, como el VIH, por ejemplo, la probabilidad de contagio sería mayor.
  • Por otro lado, existen muchos beneficios asociados a la obtención de placer sexual y orgasmos durante la regla. Las sensaciones de bienestar generadas nos relajan y nos hacen sentir mejor. Con el orgasmo se reducen los dolores menstruales y se facilita la expulsión del sangrado endometrial, aliviando la tensión e hinchazón, limpiándonos más y reduciendo así los días de sangrado, afirma la Dra. Santillán.
  • Hablar previamente con la persona con quien se va a compartir juegos genitales, es esencial para conocer cuál es su actitud al respecto. Quizá también se vea influido por las creencias culturales y se puede facilitar que se viva positivamente en ambas partes.
  • Cuidar la higiene y colocar toallas en los lugares estratégicos no estaría de más. Hay que tener cuidado con las manualidades en tu zona vulvar, siendo consciente de la posibilidad de manchar si se tocan otras zonas.
  • Además, la idea no es conseguir replicar la escena de un crimen. Una solución estupenda es hacerlo en la ducha, así no manchamos nada. Evite las penetraciones profundas si nota dolor o mayor sensibilidad.
  • Y si no quiere coito, sin coito. El deseo sexual se puede satisfacer de infinitas maneras, masajes, sexo oral, besos acalorados infinitos, juegos de roles, masturbación o una cita con su estimulador de clítoris.

Las mejores posturas para los ‘días rojos’

La pasión siempre se ha asociado al rojo y quizá esto sea suficiente para activar su llama cuando sepa que baja su regla. Si no sabe cómo organizarse, estas posturas le harán disfrutar en sus días rojos.Importante tener en cuenta la ley de la gravedad. Eleve su pelvis con cojines o toallas para evitar manchar la cama o la zona donde se sitúe.
Las posturas en las que se favorezca esta ley no suelen ser las más adecuadas durante el sangrado, salvo que no les importe, les guste mancharse o utilice una esponja vaginal o una copa vaginal desechable, que retienen el sangrado momentáneamente.
No olvide que estas no son medidas anticonceptivas.
  • El tradicional ‘Misionero’ puede ser una buena opción, sobre todo si se elevan las piernas o se cierran para aumentar la presión. La sangre no favorece el roce intenso, aunque se sienta muy lubricada la vagina.
  • La ‘Mariposa’ o situarse al borde cama o mesa, boca arriba, con las piernas sobre los hombros de la otra persona, también le funcionará.
  • La ‘Cuchara’, una de las posturas más tranquilas al estar uno detrás del otro tumbados de costado, será estupenda también en esta ocasión.
  • Y no olvidemos el sexo oral y el conocido 69. Mejor si permanece debajo quien sangra. Si no deseas que la sangre entre en juego, recuerda utilizar la esponja vaginal, un tampón o la copa vaginal.
  • El coito anal también es una opción. Tanto para las que les gusta sin más como para las que no desean penetración vaginal en este momento del ciclo. Por supuesto sexo y coito no es lo mismo, hay mucho sexo sin este y podrá disfrutar, su sexualidad durante la menstruación, sola o acompañada, de manera muy placentera.
Fuente: El Periodico

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